¿Cómo podemos preservar un legado de 40,000 hectáreas de llanuras venezolanas y promover alternativas socio-productivas sostenibles, al mismo tiempo que preservamos el ecosistema y las tradiciones de los llaneros venezolanos?
Tuvimos el privilegio de trabajar con el legado de la familia Branger en Hato Piñero, una reserva natural de 40,000 hectáreas en las llanuras venezolanas. Nuestro desafío era encontrar alternativas socio-productivas sostenibles que protegieran el ecosistema y crearan oportunidades económicas para la comunidad local.
A través de una evaluación de la situación actual, conocimos los esfuerzos de la familia Branger en la preservación de un ecosistema único con una rica biodiversidad en mamíferos, aves y reptiles. Descubrimos sus iniciativas en la promoción del turismo de aventura, incluidas expediciones en jeep y a caballo, así como su trabajo en el desarrollo de capacidades locales.
Sobre esta base, diseñamos una estrategia integral centrada en trabajar con un pequeño grupo de llaneros locales que habían dedicado la mayor parte de sus vidas al desarrollo de importantes iniciativas para preservar Hato Piñero, incluidos programas de ecoturismo (expediciones, observación de aves, etc.) y ciencia genética para crear una raza más resistente de ganado, llamada Rojo Piñereño. Trabajamos con estos líderes para co-crear alternativas sostenibles que mejoraran la vida de otros habitantes de la región, promoviendo el desarrollo económico local a largo plazo mientras preservábamos simultáneamente la cultura y tradiciones locales, que están inherentemente vinculadas al ecosistema de las llanuras venezolanas, su vida silvestre y sus paisajes.
Recibimos apoyo del Ministerio de Turismo de Venezuela
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